Y el solsticio dice que mañana será, al fin, época estival. Bailaremos en las manos del sol por más tiempo. Tus ojos y los míos permanecerán por aún más tiempo entrelazados, unidos, despidiendo cada día con un suave brillo que cae lentamente por tu mejilla, rodeando tus labios y así, tu sonrisa.
Tus manos dominarán el flujo del tiempo y por cada paso, cada movimiento, sentirás la arena detenerse en la punta de tus dedos, la punta de tus uñas, y absorberás lentamente la abundante y envejecedora leche de la madre tierra, quien en dulces susurros inalcanzables aún por tus puros oídos, te dice: "Vete a la cama, hijo de destrucción. Vete a dormir, hombre de creación".
Abres los ojos del trance de tus labios abriéndose, cerrándose en cada tic y tac del reloj colgado expectante en los pies de la cama. Vigilas la hora, que cae como gota en tu cabeza, torturándote como a otros hizo la guerra. Obligas a tus pies moverse, escapas de la luna vigilante, del sol enceguecedor, y deseas que todo deje de girar de una vez. Las espirales no se detienen y tú desesperas.
Un laberinto lleno de pasillos sin fin y tú caes rendido sin haberte dado cuenta de que la única forma de salir era abrir tus vastas alas. Cierras los ojos, sueñas del invierno lejano y de los bailes de verano. Sueñas que la libertad es lejana, que la vida monotonía y que el aburrimiento, rutina.
Un rincón para compartir pensamientos y disparates variados. Un aviso: Suelen ser demasiado cursi, como el alma que me constituye.
miércoles, 23 de septiembre de 2015
domingo, 13 de septiembre de 2015
El pensamiento de querer crecer me ha abandonado.
Quiero ser consumida en los vicios de tu mente, quiero que extraigas cada parte que en algún futuro dejará de ser yo, quiero dejar de ser.
Miro a la noche vacía, el negro es lo que te rodea cuando no ves, no puedo leer ni tu nombre ni el mío. El mundo ha decidido que los nombres siempre fueron innecesarios.
Y es cuanto empiezo a flotar, o lo que yo supongo que es flotar, que doy cuenta, no existo si no quiero existir. Abandono lentamente lo que antes era tu casa, llena de tu calor, llena de tus toques que daban pequeñas alegrías a lo que antes fui, y ahora que no soy, no lo siento, pero pensaría que lo harían aún.
Pero ya no puedo pensar.
El mundo sigue, pero el que fue mío se detuvo.
Quiero ser consumida en los vicios de tu mente, quiero que extraigas cada parte que en algún futuro dejará de ser yo, quiero dejar de ser.
Miro a la noche vacía, el negro es lo que te rodea cuando no ves, no puedo leer ni tu nombre ni el mío. El mundo ha decidido que los nombres siempre fueron innecesarios.
Y es cuanto empiezo a flotar, o lo que yo supongo que es flotar, que doy cuenta, no existo si no quiero existir. Abandono lentamente lo que antes era tu casa, llena de tu calor, llena de tus toques que daban pequeñas alegrías a lo que antes fui, y ahora que no soy, no lo siento, pero pensaría que lo harían aún.
Pero ya no puedo pensar.
El mundo sigue, pero el que fue mío se detuvo.
Tengo un sueño.
Tengo el sueño de estar atrapada en cuatro paredes, sin tener una necesidad de salir de allí.
Tengo el sueño de permanecer allí hasta que mi carne se derrita, perezca antes mis ojos.
Tengo el sueño de volverme una masa inútil, una masa pútrida que espera por nada más que el tiempo.
Tengo el sueño de volverme inorgánica.
Tengo el sueño de perecer.
Tengo el sueño de estar atrapada en cuatro paredes, sin tener una necesidad de salir de allí.
Tengo el sueño de permanecer allí hasta que mi carne se derrita, perezca antes mis ojos.
Tengo el sueño de volverme una masa inútil, una masa pútrida que espera por nada más que el tiempo.
Tengo el sueño de volverme inorgánica.
Tengo el sueño de perecer.
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