Y en las lunas te abro en biopsia, busco en tus brazos calor pero no lo encuentro, busco integridad en tu composición pero es inexistente. Fuiste inexplicablemente vivo y no lo comprendo. 

Eres ser de observación, quiero que te consumas a ti mismo en un sello hermético, estas en una burbuja alejado de la impura imagen que acoge a quienes nos mantenemos en pie en el desorden que juega en un sube y baja con nuestra cordura. 

Jugamos en el dulzor de la mentira. Te alejas en un sueño de mí, de ellos, pero aún espero encontrarte en un cuestionable mundo. No hay algo más difícil que una despedida.

Jamás me enseñaron a ser feliz y hoy me  veo frustrada en las consecuencias.

Quiero un confidente, pero jamás me enseñaron a confiar. Soy un fracaso.

No logro levantarme del suelo, mis brazos son inútiles y mus piernas también. Apaguen mi cabeza, apáguenme. Me duele estar viva y ya no sé qué hacer.

A veces quiero creer en un dios.
Es que en materias del alma soy muy débil y las creencias sólo te fortalecen.
¿En qué vale creer en tu mismo cuando te desprecias tanto? Sólo soy desorden hecho persona, y deseo que el orden me destruya como debe. Ya no quiero existir.