No siento que soy tan increíble como dices...
Y ahora, que tú me lees en páginas sueltas y me reunes como un libro hacia la persona que en realidad soy, me siento desnuda frente al lápiz y el papel. Al descubierto y expuesta en mis virtudes y defectos.
Y ahora que mis palabras puede que estén impresas frente a ti, me siento nerviosa y obligada a esforzarme aún más en crear algo digno, en que mis pensamientos cesen en su estupidez y en vez se vuelvan una máquina de sueños, fantasías y realidades.
Y ahora... y ahora que me veo escribiendo en introspectiva, doy cuenta de lo bien que me ha hecho y lo capaz que soy de expresarme. Soy otra persona, pero la misma a la vez.
Te agradezco de lo más profundo de mi ser, y si encuentras algo diferente, es por eso. Haz encendido una pequeña ampolleta en mi mente y ahora puedo ver las escaleras.