lunes, 30 de marzo de 2015

Prioridades.

Quiero que me digas qué sucede,
qué te ocurre,
en qué piensas.

Que el lápiz te llama,
y te quiere para admirarme,
que soy lo mejor de lo mejor,
que me quieres, que me necesitas.

Que soy tu inspiración,
que cuando me miras
te vuelves loco, loco sin remedio,
que no hay medicina
pero que yo soy tu calmante.

Que te falto.

Que soy una adicción,
pero que no me quieres dejar.

Que tu delgado cuerpo se quebrará sin mi,
que soy tu soporte.

domingo, 22 de marzo de 2015

Falta.

A veces odio tanto estar enamorada de ti, nunca cumples con lo que me prometes y aun así confío en ti ciegamente, como la tonta que soy. Quizás es mi culpa, por pensar que alguna vez te gustaré, o que aunque sea podré recibir un premio de consolación. Algo me dice que ya es en vano, pero aún sigo detrás de aquella persona como un perro desamparado.

¿Qué me hizo pensar que sería una buena idea?

¿Será que ya no puedo olvidarle? Ya pasé la línea que no debía pasar y las puertas se han cerrado atrás mío, o eso es lo que quiero pensar mientras camino hacia adelante sin mirar atrás, ¿qué hay de bueno en el pasado? Aún si mi presente es peor -aunque no es así- prefiero mirar al futuro.

Sueño en ser una persona con esperanzas, pero sigo hundiéndome en la alegre depresión, si es que se le puede llamar depresión, que yo misma me puse en mis hombros probando que tan fuerte soy, siendo incapaz de liberarme de aquella acción que partió siendo ligera y poco notoria. No me odio por ello, pero sí juzgo mis acciones, no en el tiempo adecuado, pero lo hago.

Música que evoca una distopía en su tono suena en mis sueños despertándome con su melancólica forma de demostrar terror a mi propia vida, así como a perderme en la cobardía de no ver la luz, despertando mi sed de justicia.

Aún espero tu llamado, después de que el tiempo acordado ya fue olvidado.
Simplemente la odio.